Los expertos advierten que los riesgos son más altos que nunca, por lo que se alienta a los padres a pensarlo dos veces antes de publicar fotos de sus hijos en línea.
Esta tendencia, conocida como «Sharenting», ha explotado en los últimos años, con orgullosas familias que comparten hitos, momentos de vacaciones y vida familiar cotidiana en las redes sociales. Sin embargo, una vez que se carga una imagen, puede ser casi imposible controlar quién la verá y cómo se usará.
Incluso la configuración de privacidad estricta se pueden copiar y volver a compartir fotos y detalles personales, y en manos de los corredores de datos y las empresas que se benefician del marketing objetivo.
Uno de los nuevos peligros más inquietantes proviene de la aplicación de inteligencia artificial «Nudifier». Los depredadores deben cargar imágenes inocentes de la víctima a uno de los sitios y pagar con tarjeta de crédito o criptomoneda para crear una falsificación explícita.
La profesora Stacey Steinberg, de la Universidad de Florida, dijo a UNICEF:
Otra preocupación está de acuerdo. Los niños no tienen la edad suficiente para determinar si sus fotos deben estar en línea, pero estas publicaciones pueden crear una huella digital permanente. Los expertos le advierten que ha crecido, afectando su trabajo futuro, relaciones y reputación.
El profesor Steinberg agregó: «Cuando los niños comparten sus hijos en línea sin participar en ese proceso de toma de decisiones, se pierden la valiosa oportunidad de enseñar a sus hijos y modelos la idea de consentimiento».




